Tras la charla llega ahora la reflexión. Un bonito encuentro en el que aprovechamos la riqueza de las palabras para bucear en torno a los misterios de la respiración holotrópica… Palabras, simples palabras que proponen el abrazo y la invitación al corazón. Palabras, que, en su eterno anhelo por ser lenguaje, son mecidas por la fuerza desgarradora del otoño que invita hacia el calor del hogar. Hojas ya sin vida. Un inhalar y un exhalar fundidos en perfecto equilibrio. Como la vida y la muerte, como las olas del mar. Un aliento vital sobre el que el danzar despliega su misterio para arrojarlo a su propio destino frente a la eternidad.
La respiración como la puerta mágica entre lo consciente y lo inconsciente, lo personal y lo transpersonal, entre el mundo de la materia y los mágicos mundos de lo invisible. La respiración como el vehículo sagrado de ritos ancestrales orientados a la sanación y la conexión con el más allá. La respiración como el ir y venir del aire a través de esos dos bailarines, justo antes de esa entrega total… Palabras, simplemente palabras, una vez más, el misterioso resonar de la paradoja existencial.
Tan sencillo como respirar. Y es que nunca me percaté que se puede respirar de muy diferentes maneras. Me fue suficiente con el formato por defecto que me permitía llorar, jugar, comer, crecer y cagar. Pero llegó un día en el que ese aire se convirtió en sin sentido, en ahogo, mal humor y ansiedad. Y fue en ese instante, en ese reconocimiento íntimo de esa angustia existencial asociada al propio respirar, cuando decidí que era el momento de volver a respirar.
Un caminar íntimo y honesto, como en una espiral infinita de reconocimiento y respiración. Reconocer quien soy, y respirar para permitir el transito natural del Amor. Y así, poco a poco se despliegan en mí tanto lo personal como lo transpersonal, lo material y lo espiritual. La inhalación como el camino de la terapia y la exhalación como la meditación. Inspiro con fuerza en un ejercicio honesto y penetrante de hacer consciente lo inconsciente, y expiro soltándolo todo y entregándolo amablemente al más allá.
Terapia y meditación como las dos alas de ese pájaro que vuela día y noche sobre la vida y el mar. Como un inhalar las dificultades y un exhalar hacia la paz. Una propuesta para comenzar a respirar más allá de la ansiedad. Un responsabilizarse de uno mismo para desde la inmensidad poder soltar.
Y así, hago terapia para ayudarme a respirar…
Trato de comprender mi desarrollo incluso más allá de la vida de mis papás. De comprender mi biología, mi nacimiento, mis primeros pasos, mi vulnerabilidad y mi sensibilidad. Trato de comprender a mi niño, a su mamá, a su papá y a nuestro clan familiar. Comprender el paso del tiempo y los lugares por los que transcurre mi caminar. La sombra, los instintos más primarios, mis relaciones, la sexualidad y las fuerzas invisibles que pintan mis días, mis noches y mi realidad. Trato de comprender que hay un cuerpo físico, una mente y un sistema emocional. Con sus expresiones y limitaciones, con sus repercusiones en mí y también mis percusiones en ellos… Todo eso, y mucho más, para comprender quién soy y estar en paz con que así sea. Inhalar con fuerza para materializar en su totalidad a este “muñequito”, y que sean el paso del amor y la paradoja existencial quienes acompañen su crecimiento y su transformación.
Y así, arrojo mi alma a la meditación para ayudarme a respirar…
Suelto y exhalo en un sincero observar. Observar que hay un cuerpo físico, una mente, un sistema emocional y un respirar. Observar que, más allá de todo, hay un lugar de absoluta Paz desde el que puedo, simplemente observar. Observar que hay sensaciones, pensamientos y emociones que agitan sin tregua mi bienestar. Un soltar todo el aire con el que me entrego al silencio y a la quietud. Con confianza y paciencia. Con disciplina y flexibilidad. Una y mil veces. Como un suspiro amoroso hacia la vida para invitar al eterno descanso. Hogar dulce hogar.
Y así, ese anhelo amoroso entre mi muñequito y la totalidad, termina con el encuentro y la entrega en esa manera tan misteriosa de respirar. Respiración Holotrópica como propuesta para facilitar la integración entre lo personal y lo esencial, como un encuentro sagrado de lo real con lo mágico. Esta vez más allá de las palabras, un viaje alucinante, simplemente soltar y respirar.
Rubén Morales Estévez
Instructor de Meditación y Terapeuta Transpersonal
Estoy interesada en la respiración holotropica. ¿Dónde puedo acudir en Las Palmas de Gran Canaria?
Si es posible envíeme información detallada y centros.
Muchas gracias.