Meditación y Terapia: las dos alas de un mismo pájaro… Llamado consciencia.

Para muchas tradiciones de sabiduría el pájaro simboliza el alma… Y los pájaros vuelan sobre la tierra compensado el batir de sus dos alas.

El pájaro de la consciencia (aquí poéticamente llamado el alma) se suspende sobre un equilibrio dinámico entre dos alas:

Lo natural y lo espiritual… Lo inmanente y lo trascendente… Lo psicofísico y lo esencial… Lo personal y lo transpersonal…

Lo invisible y lo visible… Lo implícito y lo explícito… Lo inmutable y lo mutable… El tiempo y la eternidad…

Ser y devenir… Silencio y sonido… Vacío y forma… Quietud y actividad…

Sí, es paradójico… En esta aventura -genuinamente humana- el alma el vuela entre el Desarrollo en la Naturaleza y la Plenitud en lo Esencial.

Por eso decimos que nos desarrollamos, y a la vez que siempre hemos permanecido plenamente realizados. La paradoja es la lógica de la Existencia, en la paradoja todo es reconciliado.

Observo honestamente… ¿Cómo es el vuelo de mi alma? ¿Vuela con dos alas? ¿Vuela con esfuerzo o ligereza? ¿Con torpeza o con gracia? ¿Con lucha o con entrega? ¿Vuela siquiera?

¿Qué significa volar con las dos alas bien compensadas y equilibradas? Significa cuidar de las dos alas, y a eso también lo podemos traducir como el ala de la Meditación y el ala de la Terapia.

El ala de la Meditación se enfoca en la dimensión transpersonal. Propicia la expansión de la consciencia, el florecimiento espiritual, el reconocimiento y el recuerdo de nuestra identidad en lo esencial.

El ala de la Terapia se enfoca en la dimensión personal. Propicia el desarrollo y el cuidado de nuestra naturaleza individual, liberando la presión retenida y la energía bloqueada de nuestro campo psicoemocional (*).

(*) Lo que se busca en una terapia profunda es desenterrar las viejas heridas aun “vivas” (aquellos sucesos que hemos vivido de manera traumática o conflictiva), liberar la carga emocional atascada y reprimida, y transformar las creencias inconscientes que están causando conflicto, incoherencia y desarmonía, bloqueando e interfiriendo de ese modo en el proceso de salud y de equilibrio en nuestra vida.

El ala de la Meditación es el proceso de expandir la consciencia, de cultivar lucidez y compasión. El ala de la Terapia es el proceso de integrar tu propio campo de energía en esta consciencia-corazón.

La Meditación expande la consciencia. La Terapia nos permite hacer consciente lo inconsciente; sanar y liberar el pasado para que la energía pueda fluir en el presente.

Como podemos apreciar, ambas alas impulsan claramente un camino o proceso de consciencia. Un proceso de auto observación, de auto indagación, de auto compasión… Un proceso que amplía nuestra consciencia y sana nuestro corazón. Un proceso que nos permite reconocernos en todas nuestras dimensiones, en todo lo somos, con plena aceptación. Y que también nos permite liberar todo nuestro potencial, nuestra creatividad connatural, así como reconocer y descansar en nuestra naturaleza profunda y esencial.

El proceso de consciencia es un proceso personal y transpersonal. Paradójicamente, es un proceso de individuación, para llevar al individuo más allá de sí mismo.

Esta imagen del vuelo sobre dos alas también evoca al equilibrio entre los dos platos de una balanza

Fundamentalmente, las dos constantes básicas de este Universo son la Conciencia y la Energía. Eso es lo esencial. Conciencia y Energía representan la misteriosa polarización de una misma Realidad. La Conciencia es el Sujeto y la Energía es el Objeto. La Conciencia es el Testigo y la Energía de la Naturaleza es la Obra atestiguada.

Conciencia y Energía simbólicamente puede contemplarse como el Divino Masculino y el Divino Femenino, como Shiva y Shakti -los Amantes Divinos-, como los dos platos de la Balanza Kósmica, o como las dos alas de un mismo Pájaro Divino. Y en todas estas imágenes lo que se evoca es la armonía, la compensación y el equilibrio.

 

A nivel humano, en esta imagen de la balanza, en un plato estaría la “consciencia” y en el otro la “energía”.

Por lo general, la actividad energética (física, bilógica, sexual, sensorial, intelectual, emocional) de un ser humano ordinario suele “pesar” más que su consciencia. Este “peso” tiene que ver en gran medida por la energía acumulada, atascada y bloqueada en el cuerpomente. Al liberar la energía acumulada en el cuerpomente, esta pierde peso y magnetismo sobre la consciencia. En otras palabras: si se libera la energía se libera la consciencia; si se libera la consciencia se libera la energía. Estos son los dos railes para un mismo proceso de Conciencia y Vida.

La Meditación aumenta el peso del plato de la consciencia; la Terapia libera el peso del plato de la energía.

Así se favorece la expansión de la consciencia, y la expresión de una vida más coherente, sana y creativa.

 

Toni Consuegra
Instructor de Meditación y Terapeuta Transpersonal
Fundador de Ananda Desarrollo Integral
www.anandaintegral.com

 

 

 

 

Por |2024-08-30T18:33:57+02:0026 de agosto de 2024|Artículos|Sin comentarios

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